Una fantasía
La fantasía tiene múltiples acepciones, todas ellas fantásticas. Como sinónimo de fantasmagoría –también de alucinación, espejismo, utopía o quimera– se refiere a la “ilusión de los sentidos”, desprovista, dice la RAE, de todo fundamento.
Bonito, ¿no? Para los más jóvenes –y los no tan jóvenes, por extensión y extenuación– hoy todo es “una fantasía”, que, como la locución “de fantasía” se refiere a cosas “que no son de forma o gusto corrientes”. Para no correr el mismo riesgo que esta expresión, y a pesar de que todos nuestros números y todas nuestras colecciones son excepcionales y fabulosas, nos hemos reservado el título para el uso que le damos nosotros, aunque la academia no lo sepa.
La fantasía, en la jerga de la peluquería, es también la especialidad de los más valientes, los más soñadores, creativos e ingeniosos. Los que mezclan e inventan colores. Y quienes los visten. Este número va para ellos, por atreverse.